domingo, 30 de abril de 2023

Seamos Pacificadores

A principios de mes tuve la oportunidad de ver la conferencia general de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días. Para un miembro de la iglesia estas conferencias son muy importantes y definitivamente esperadas. Solo hay programadas dos conferencias generales al año (abril y setiembre). Todos los miembros esperamos con ansias escuchar los discursos de las autoridades generales, en especial del profeta. Para los que no saben, el presidente de la iglesia y profeta, Russell M. Nelson, cumplió 98 años. Esto lo ha convertido en el presidente de la iglesia más longevo de la historia de la iglesia desde su restauración ahí a mediados de 1800.

Como la mayoría de los miembros de la iglesia, yo también estaba expectante para escuchar las palabras del presidente Nelson.

¿De que hablaría? ¿Cuánto tiempo abarcaría sus discursos? Etc.

Este importante evento se realiza en la ciudad Salt Lake, estado de Utah en los Estados Unidos y transmitido en vivo y en directo por televisión local y a través de las redes sociales.

En la sesión del domingo tuvimos la bendición de escucharlo en un par de ocasiones, la primera por alrededor de 20 minutos, con el tema: Se necesitan pacificadores, y la segunda vez por poco más de 6 minutos con el tema: La respuesta siempre es Jesucristo.

Hace 2 días recibí la llamada del obispo del barrio a donde asisto regularmente y me invitó a que pudiera compartir un discurso de 15 minutos con la feligresía de mi unidad. El tema que debía hablar se titularía: Se necesitan pacificadores, basado en el discurso del presidente Nelson.

Es interesante pues este tema ya lo habíamos tocado la semana pasada en reunión de sacerdocio (reunión exclusiva de varones). Esta sería entonces, la tercera vez que yo tendría que revisar el tema en menos de un mes.

Muchas cosas pasaron por mi cabeza cuando me preparaba para este discurso.

¿Acaso el Señor me quiere decir algo?

¿Será que NO ESTOY SIENDO EL PACIFICADOR QUE DIOS QUIERE QUE SEA? ¿Será por eso que tengo que analizarlo por tercera vez en menos de un mes?

Otra de las cosas que encontré desafiante fue que seguramente que el público que me iba a oír, ya estaría familiarizado con el tema. Así que, para evitar aburrirlos decidí de enfocar el discurso de manera diferente.

El presidente Nelson nos contó una experiencia cuando él empezaba como médico cirujano y que, en plena operación, el médico al cual él estaba asistiendo, se enojó mucho por algo que había sucedido en la sala de operaciones y lanzó el bisturí con el que estaba interviniendo a un paciente con gangrena. Aquel bisturí infectado cayó en el cuerpo del presidente Nelson, que afortunadamente no logro infectarlo.

Bien, me puse a analizar sobre esta historia y la analogía que ocurre en nuestra vida espiritual.

¿Qué cosas toxicas esparcimos sin querer?

El presidente Nelson menciona algunas: La vulgaridad, la crítica, pero quizá la más dañina de todas sea LA CONTENCIÓN.


La preocupación del presidente Nelson se basa en que aparentemente muchos de nosotros creemos que es aceptable condenar, calumniar y denigrar.

Así es, y si las personas no están de acuerdo con lo que pensamos, usualmente nos disponemos a luchar para hacer respetar nuestro punto de vista a cualquier costo.

Valgan verdades, tengo que admitir que muchas veces esto me ha pasado.

El presidente Nelson dijo:

Aunque sabemos que “La ira nunca persuade, la hostilidad no edifica a nadie, la contención nunca lleva a soluciones inspiradas”. (Nelson, 2023)

Me puse a meditar en base a mi propio comportamiento y recordé que, cuando ese momento de conflicto aparece, reaccionamos sin pensar y de pronto estamos inmersos en una discusión o algo más grave.

El presidente Nelson nos amonesta con todo su amor de la siguiente manera: Mis queridos hermanos y hermanas, esto no debe ocurrir. Como discípulos de Jesucristo, debemos ser ejemplos de cómo interactuar con los demás, especialmente cuando tenemos diferencias de opinión”. (Nelson, 2023)

Me he dado cuenta que incluso en cosas tan vanas y triviales como “puntos de vista políticos” hacen que se encienda una discusión dentro del seno familiar, laboral y amical. Aquí mismo en esta sala estoy seguro que estamos quienes tenemos pensamientos políticos de izquierda o de derecha. Afortunadamente el periodo electoral ya acabó, pero yo puedo dar fe de que, so pretexto del uso de nuestra libertad de expresión, y mediante las redes sociales, nos lanzábamos comentarios degradantes contra otros que pensaban diferente que nosotros. Así es, en mi propia casa y entre mis amigos.

Hace algunas semanas la región sur del país estuvo sumida en un bloqueo de las principales rutas fruto de conflictos sociales. Esto agudizó la situación en nuestras familias porque en muy poco tiempo había escases de los alimentos de primera necesidad y del combustible. La molestia de la población crecía a medida que los días pasaban. Recuerdo que el gas que usamos para cocinar se había acabado y no se podía encontrar balones de gas por toda la ciudad. Se escuchaba que, si por casualidad alguien hubiera podido encontrar un balón de gas, este lo había conseguido a un precio de 3 o 4 veces su valor oficial.

Una mañana mientras tomábamos el desayuno, mi dulce hermanita me miró fijamente a los ojos y muy sarcásticamente me dijo: “Ahí esta pues, tu presidente por el que votaste nos ha puesto en esta situación, ahora sal y encuentra un balón de gas. Parte de la culpa la tienen los que votaron por él, así como tú lo hiciste”.

Afortunadamente yo estaba más preocupado por otros asuntos que no hice caso al comentario de mi hermana, pero si me puse a pensar que, fácilmente y en otro contexto, ese comentario hubiera podido iniciar una fuerte discusión familiar.

Me considero una persona que ignora muchas cosas, así que se puede decir que soy un ignorante en política, pero también soy respetuoso de las normas de mi país y siempre he cumplido con mi deber ciudadano de votar. Así que, en época electoral, valoro mis opciones y me decido por el candidato que yo creo tiene más semejanza con mi manera de pensar y sentir. No voy a negar que vote por la opción socialista, aun cuando no soy partidario de este pensamiento político.

Debido a esto, parte de mi entorno, familia y amigos, por un tiempo, estuvieron soltando comentarios no gratos, por así decirlo, cuando se enteraron cual fue mi preferencia electoral.

Hoy que las aguas están calmadas tal vez podamos entender que QUIZA NOS EXCEDIMOS o que no valió la pena discutir por algo tan tonto.

Ya que me he centrado en lo intrascendente que resulta para nosotros defender posturas políticas, permítanme dar un ejemplo de lo que dos de los máximos exponentes de ambos pensamientos expresaban.

Adam Smith es considerado como el padre de la economía moderna y exponente principal del capitalismo, en su obra cumbre “Riqueza a las naciones”, él manifiesta:

“Una cosa es defender al capital y otra muy diferente defender a los capitalistas. Adam Smith dedica a los capitalistas y a su espíritu monopólico y de conspiración contra el público, unos comentarios durísimos. Puesto que Smith demuestra como los diversos grupos económicos consiguen privilegios del estado sobre la base de fingir que representan los más amplios intereses de la sociedad. En otras palabras, utilizaban y manipulaban conceptos capitalistas para beneficio propio”.(Smith, 1776)

Por otro lado, Karl Marx, representante del pensar comunista, no se cansó de repetir:

“Yo mismo no soy marxista. Y desde los años setenta del siglo XIX, manifestó su preocupación por el dogma que se estaba creando a raíz de su teoría, no siempre ni cabalmente comprendida, y sólo utilizada con fines políticos para dominar a la clase trabajadora”. (Banchon, 2008)

Facundo Cabral, un trovador argentino dijo al respeto:

“Ningún político merece que lo defiendas con uñas y dientes, entiéndelo de una vez por todas: No te conoce, no eres su amigo no le importas, deja la intensidad.

Bájale a tu fanatismo, no te Apartes de los que han sido tus verdaderos amigos. No dividas a las familias y si verdad quieres un cambio profundo en la sociedad.... mírate fijamente al espejo y empieza a cambiar tú.... Y ocúpate de ser mejor ser HUMANO...”

Ahora, ya que estamos calmados y quizá analizando el hecho que no vale la pena contender, quiero citar algunas escrituras y quizá podamos encontrar algunas herramientas que nos puedan ayudar a evitar la contención y ser pacificadores. 

Jesús dijo en Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”

Pero yo os digo: No resistáis al malo; antes bien, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Mateo 5:39

¿Qué quiere decir esto en nuestros tiempos?

Yo lo interpreto de esta manera:

No resistamos, no contendamos, y algunas veces quizá lo mejor sea dar la razón a la otra persona, por más que sepamos en nuestros corazones que no es así, o sea, dar la otra mejilla.

¿Pero porque yo debería hacer eso?

Simplemente porque Jesucristo así lo dijo.

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” Mateo 5:44

El profeta Russel M. Nelson mencionó en su discurso de la conferencia general de abril de 2023, algo que personalmente tuvo mucho impacto en mí, él dijo:

“La contención es una elección. Ser pacificador es una elección. Ustedes tienen su albedrío para elegir la contención o la reconciliación. Los insto a elegir ser pacificadores, ahora y siempre” (Nelson, 2023)

Lehí fue un profeta que vivió en la américa antigua aproximadamente 600 A.C. Él ya estaba en los últimos días de su vida, y se esmeró por hablar con sus hijos y darles unos últimos consejos, él dijo:

¡Oh que despertaseis; que despertaseis de ese profundo sueño, sí, del sueño del infierno, y os sacudieseis de las espantosas cadenas que os tienen atados, ¡cadenas que sujetan a los hijos de los hombres a tal grado que son llevados cautivos al eterno abismo de miseria y angustia!

¡Despertad y levantaos del polvo! ¡Escuchad las palabras de un padre tembloroso, cuyo cuerpo pronto tendréis que entregar a la fría y silenciosa tumba, de donde ningún viajero puede volver; unos días más, ¡y seguiré el camino de toda la tierra!   2Nefi 1:22

Para tener 98 años, nuestro profeta Nelson está muy bien, lo demostró con los 20 minutos parado discursando. Pero también sabemos que su tiempo aquí en la tierra se acorta, es natural, a todos nos pasará.

Entonces yo creo que, así como Lehí, Russell M. Nelson, en su mensaje, quiso que despertemos. Sí, y nos dejó una lección muy importante que no debemos pasar por alto, quizá por eso de la importancia del título de su mensaje; tal vez es por eso que tuvimos que escucharla por 3 veces en menos de un mes. Repito nuevamente las palabras del presidente Nelson:

“La contención es una elección. Ser pacificador es una elección. Ustedes tienen su albedrío para elegir la contención o la reconciliación. Los insto a elegir ser pacificadores, ahora y siempre”

Para concluir, el presidente nos da la solución para dominar la ira y evitar la contención; él dijo:

  • Desarrollen Caridad (amor puro de Cristo)
  • Humíllense ante Dios
  • Oren con toda la energía de su corazón
  • El templo puede ayudarnos en nuestro objetivo. Allí somos investidos con el poder de Dios, que nos da la capacidad de vencer a Satanás. (Nelson, 2023)

Aquí yo podría añadir que nos esforcemos por tener una recomendación del templo vigente, y los que la tengamos, hagamos el esfuerzo por ir.

Eder es un ingeniero geólogo y además tiene otra profesión, psicólogo. Puedo decir que tengo la fortuna de que sea un amigo muy cercano. Hace algunos meses atrás, Eder me prestó un libro titulado Resetea tu mente del famoso médico y neuro-científico español Mario Alonso Puig. Este libro da algunos consejos de cómo podemos lidiar con los ataques de ira, el autor manifiesta que estas reacciones son heredadas y provienen de tiempos antiguos. Sí, de los tiempos cuando el hombre primitivo tenía que proteger su vida de sus depredadores. Bastaba con que se moviera una hoja para estar siempre alerta y reaccionar. Este tipo de comportamiento ha servido para que nosotros estemos hoy aquí, de otro modo toda la raza humana hubiera desaparecido. Es así que hoy ese comportamiento ancestral, frecuentemente nos juega malas pasadas y reaccionamos. Ahora no hay depredadores, pero el sentimiento es el mismo, luchamos por defender nuestra forma de pensar, nos sentimos inconscientemente vulnerables y temerosos y en menos de un segundo podemos actuar de formas equivocadas.

Mario Alonso Puig, da algunos consejos para poder controlar ese tipo de reacciones. Una forma de engañar a la mente es poder interrumpir la conexión neural dándole tiempo al cerebro. Es así que la próxima vez que nos veamos en situaciones de conflicto, tratemos de respirar. Bastan escasos 4 o 5 segundos para lograr evitar esos arranques de comportamiento.

Anthony Robbins en su libro Despertando al Gigante interior, dice algo similar: “Cuando quieras reaccionar de manera incorrecta y explotar, solo piensa por unos segundos en esa persona que estas enfrentando, puede ser un familiar o un amigo, puede ser un colega. Piensa en las cosas buenas que los unen, piensa en cosas positivas. Que quizá esa persona tenga una familia o que su comportamiento se deba a problemas serios. Esto te dará el tiempo suficiente (usualmente unos pocos segundos) para interrumpir aquellas conexiones químicas eléctricas de nuestro cerebro que nos obligan a actuar de manera errónea”.(Robbins, 1991)

Básicamente lo que Anthony Robbins nos está sugiriendo es que desarrollemos amor por el prójimo, la caridad.

Para concluir quiero quedarme con esta frase en la parte final del discurso del presidente Nelson:

“Como pueblo, seamos una luz verdadera sobre la colina, una luz que “no se puede ocultar”

O como lo expresa Karl Marx en su libro El Capital volumen 1, prólogo a la edición francesa:

“…sólo tendrán esperanzas de acceder a sus cumbres luminosas aquellos que no teman fatigarse al escalar por senderos escarpados. (Marx, 1975)

El ser una luz en una colina no es fácil, lo mismo que ser pacificadores, pero vale la pena.

 

Referencias

Banchon, M. (2008). “Marx no se cansó de repetir que no era marxista” | Cultura | DW | 05.05.2008. https://www.dw.com/es/marx-no-se-cansó-de-repetir-que-no-era-marxista/a-3313328

Marx, K. (1975). El capital.Tomo 1. https://books.google.com.pe/books?hl=es&lr=&id=-n7J6cp_MAAC&oi=fnd&pg=PA758&dq=El+capital+tomo+1+karl+Marx&ots=MSUohuF6Yd&sig=Xjys8iG3l5LF4Ty4Ug-dX8LJvk0&redir_esc=y#v=onepage&q=El capital tomo 1 karl Marx&f=false

Nelson, R. (2023). Se necesitan pacificadores. https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2023/04/47nelson?lang=spa

Robbins, A. (1991). Despertando al gigante interior. https://books.google.com.pe/books?hl=es&lr=&id=iPpyLpX0Y1sC&oi=fnd&pg=PT2&dq=anthony+robbins+awaken+the+giant+within&ots=WJXxj9S8MO&sig=-Rp8nBhP2GYnKkMUSG-lgthiHcs&redir_esc=y#v=onepage&q=anthony robbins awaken the giant within&f=false

Smith, A. (1776). La riqueza de las naciones. https://books.google.com.pe/books?hl=es&lr=&id=L5a4EAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT6&dq=Riqueza+de+las+naciones&ots=B_WHYIFWhJ&sig=t_o4VDoTWEd8MeJYEMMibVZqRCY&redir_esc=y#v=onepage&q=Riqueza de las naciones&f=false

 


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