18 agosto 2019
CORRER EN COMPAÑIA ES
MUCHO MAS DIVERTIDO
Hoy salí a trotar después
de algún tiempo, el clima estaba muy agradable. Últimamente está amaneciendo
con mucho frío y la última vez me resfrié que no pude recuperarme para trotar
en más de una semana. En fin, salí y quería ver como estaba mi condición
física. Más o menos a los 10 minutos de empezar mi rutina me pude dar cuenta
que una jovencita seguía mi ritmo (nunca la había visto en mi vida, total
desconocida).
Esta muchachita era
evidentemente más veloz que yo. Mientras yo sufría para mantener mi ritmo de
trote que es 6.4 min. por km. Ella ni sudaba.
Pero lo extraño es que yo
sentía que ella me esperaba, la muchachita me estaba midiendo.
Mi rutina de trotar es
más o menos 11 km ida y regreso. Para que se ubiquen, el punto donde doy la
vuelta es el Cóndor que esta por el 1er paradero de San Sebastián. más o menos
6 km. Ya faltando 50 metros para llegar al cóndor la muchachita como toda la
ruta me esperaba y me media. Yo quise darle una lección a esa jovencita así que
decidí llegar primero a la meta, pisé el acelerador a fondo y corrí como si no
hay mañana. Sentí que mi corazón iba a estallar, mis piernas no daban más. Pero
quería demostrar a esa jovencita el RESPETO. Ella se dio cuenta y también
aceleró el paso, esta iba a ser una final al estilo de los
"Panamericanos". Yo creo que gané por una nariz (es mi historia así
que diré que yo gané) pase la meta y caminé para recobrar las fuerzas y el
aire, sentí que mi corazón saldría por la boca, no podía más, me fui a buscar
la sombra y me desplome como un saco de papa debajo del monumento al cóndor.
Saqué mi agua para rehidratarme.
De pronto la joven se me
acercó y me dijo: "BUENA CARRERA SEÑOR" ¿me comparte su agua? Yo le
dije por supuesto. Ella me pregunto por mi edad, yo le respondí ORGULLOSO 42
años.
Ella me dijo que para mi edad corro a buen ritmo. Le pregunte su nombre y
me dijo que se llamaba Rosa. Que tenía 13 años y que corría hasta SAN
FRANCISCO.
¿Hasta SAN
FRANCISCO? pensé para mis adentros, esta
chica le falta correr más de 8 km. IMPRESIONANTE. En fin, ya debía regresar y
retomar mi rutina, yo estaba muy cansado pero esta vez sería pendiente abajo.
Ya para irme me despedí
de ella y me pidió 1 sol para su agua. Le di con mucho gusto y ella continuo su
ruta y yo la mía. Llegue a casa muerto pero feliz. Me encanta trotar. Hice una
nueva marca de subida y aprendí una lección. En la vida y en las carreras
siempre es bueno que alguien te mida, te desafíe, te acompañe. Solo así medirás
tu potencial.
Trotar
con compañía no es lo mismo que hacerlo sólo. Es más divertido y gratificante.
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