lunes, 27 de abril de 2020

SISMOS EN NUESTRAS VIDAS

SISMOS EN NUESTRAS VIDAS
Ya pasaron muchos años que egresé de la universidad. Tanto en pregrado como en posgrado gozé de conferencias universitarias donde los ponentes eran personajes ilustres. Recuerdo que cuando estaba en la maestría tuve la suerte de ir a conferencias donde algunos de los ponentes fueron:
- Condoleezza Wright (Ex Secretaria de Estado de USA)
-  Mark Zuckerberg (creador de Facebook)

Haciendo memoria recuerdo también que el primado de la iglesia católica en USA dio una conferencia en el campus. Recuerdo que el coliseo estaba repleto.
Para mí esa fue una agradable experiencia, teniendo en cuenta que la universidad de BYU (mormona por excelencia) recibía a la máxima autoridad católica en Estados Unidos de Norteamérica.
Ese día me di cuenta que hay muchas más diferencias en cuestiones de pensamiento religioso en Perú que en los Estados Unidos. Como que la cosa es más sensible, o que somos menos tolerantes por estos lares.
Esa mañana, recuerdo que los temas de su alocución fueron en relación a la familia, el matrimonio entre hombre y mujer, y los desafíos de los últimos tiempos en cuanto al matrimonio entre personas del mismo sexo. (temas comunes entre mormones y católicos).
Al día siguiente recibimos en nuestros correos una carta de agradecimiento del Cardenal, pues, él había quedado impresionado con la cantidad de estudiantes que fueron a escucharlo y la buena atención recibida en su visita a BYU.
Pero ese tipo de recuerdos también los viví en pregrado. Fueron varias las oportunidades que disfrutamos con los insignes ponentes en conferencias de ingeniería.
Uno de los más memorables fue cuando en uno de esos congresos de ingeniería, el expositor fue el recordado y afamado 
Ing. Julio Kuroiwa. Para nosotros, los ingenieros civiles, él era una eminencia en lo relacionado a sismos.
Ese día quedé tan impresionado con su discurso, que al final del congreso compré su libro:
Reducción de desastres : viviendo en armonía con la naturaleza.”
En un capítulo del mismo, se describe uno de los desastres naturales mas devastadores de la historia del Perú. Ese relato me impactó tanto que lo relacioné con mi vida y los desafíos que todos pasamos.
A continuación parte de la historia en mención:

…Eran pasadas las 3 de la tarde del 31 de Mayo de 1970; en el hermoso Callejón de Huaylas, “La Suiza Peruana”, una soleada tarde de apacibles conversaciones de sobremesa se transformó en pocos segundos en un escenario de horror y muerte.
El Departamento de Ancash fue sacudido con gran violencia por un sismo de magnitud 7.8, liberando bruscamente la enorme energía acumulada por el choque de las placas Nazca y Sudamérica. 
El centro de Huaraz, su capital, era conocido por sus estrechas calles bordeadas por sus altas edificaciones de adobe de 2 o 3 pisos que alcanzaban de 8 a 10 metros de altura.
El ensordecedor ruido del sismo hizo que los aterrados huaracinos, al grito de “terremoto” se precipitaran a las calles; cerca de 10000 personas perecieron allí aplastadas por las fachadas de sus propias viviendas . Antes del sismo nadie se había detenido a pensar en qué hacer en casos como ese. Si lo hubieran hecho habrían encontrado que su salvación estaba a pocos pasos; en los espaciosos huertos con bajos cercos de la parte trasera de sus hogares y no en las estrechas calles.
Mientras tanto en Yungay a 40km. Al norte de Huaraz, 2 científicos realizaban estudios geofísicos sobre los Andes Peruanos. Minutos antes del sismo, mientras uno de ellos tomaba fotos del nevado del Huascaran  (6768m), había observado a través del teleobjetivo de su cámara profundas grietas en la masa de nieve de la montaña. Preocupado, pensaba que en cualquier momento esa masa podría desprenderse y sepultar Yungay como sucedió en Ranrahirca en 1962.
Al concluir las vibraciones del sismo se escucharon sordos ruidos e instintivamente los científicos volvieron la vista hacia el Huascaran, a cuyo pie una inmensa polvareda  se levantaba por causa del desprendimiento de parte del nevado; los científicos corrieron al cementerio.
Instantes después de trepar a su refugio, una rugiente masa de piedras, nieve y lodo llegó a los pies de la redonda colina donde se levanta el camposanto. Gracias a sus conocimientos, los dos geofísicos hicieron lo correcto en menos de los cuatro minutos de los que disponían, eligiendo la única alternativa que les permitió ganar la carrera de la muerte.
Trece mil yungainos no fueron tan afortunados y quedaron sepultados bajo cuatro o cinco metros de aluvión en el inmenso cementerio que hoy es lo que fue una bella ciudad. Tampoco lo fueron cerca de 10000 huaracinos. Estos dramáticos acontecimientos prueban que la vida y la muerte dependen de lo que la gente decida hacer en los escasos segundos de los que dispone para ponerse a buen recaudo.
De la misma forma el 15 de Agosto del 2007 un sismo sacudió el sur del Perú, causando daños en Pisco, Chincha y Cañete. Según los entendidos este último sismo fue considerado de nivel moderado aunque su impacto y destrucción nos hacen creer lo contrario. Meses después el Gobierno y muchas instituciones no gubernamentales colaboraron para la reconstrucción de las ciudades devastadas por el desastre natural; los que tuvimos la oportunidad de trabajar en el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas, pudimos apreciar que muchas de las casas habían colapsado por la falta de orientación técnica en el momento de su edificación. Columnas sin estribos, muros sin vigas y sobre todo, muchas personas edificaron sus casas en terrenos deficientes con características de pendiente muy suave, asentado sobre suelos areno-limosos (SM) de baja plasticidad. Terrenos con nivel freático de 0.10 a 0.8m con baja capacidad portante y alto potencial de licuación, por si fuera poco suelos con severa agresión química al concreto.
Estos acontecimientos tienen mucha relación con el Yo interior del ser humano. Situaciones semejantes pasan en nuestras vidas a diario. Sismos y desastres constantemente nos atacan y hay momentos en que se toman decisiones rápidas que muchas veces en vez de darnos una solución al problema, terminan por empeorar nuestra situación.
Como la decisión que tomaron los yungainos en el momento del sismo, al salir de sus casas a las angostas calles;  pudiendo refugiarse en sus huertos ubicados en la parte posterior de sus casas.
Muchas veces la solución está muy cerca de nosotros, pero tenemos los ojos vendados o no hay la suficiente determinación para hacer lo que debemos hacer. En esta vida a pesar de los problemas y adversidades diarias, hay una manera de vivir feliz a pesar de todo.
Dios nos ama con un amor perfecto y nos quiere guiar, enseñar y colmar de bendiciones, pero no puede hacer nada si nosotros no vamos hacia Él y lo buscamos. El conocerlo, conocer su plan para con nosotros, nos ayuda a tomar buenas decisiones; funcionó así para los geofísicos  que tenían un conocimiento y buscaron la parte más alta de la zona y se salvaron.
El Padre nos ha dado herramientas fundamentales para hacer frente a los problemas. La oración, las escrituras, en otras palabras, conocer su evangelio nos da el conocimiento necesario para hacer frente a los sismos y desastres espirituales y ganarle la carrera a la muerte espiritual. Si nuestra vida la basamos en principios de rectitud podremos soportar los más fuertes remezones, tal como una casa que está fundada sobre roca y no sobre arenas.
Construí muchas casas antisísmicas en Chincha y Pisco, casas con diseño sismo-resistente, suficiente fierro, buena calidad de cemento, y cuidando que el terreno donde las construí fueran terrenos aptos.
Si nos esforzamos por edificar nuestras vidas con los mejores materiales; servicio, trabajo duro, honestidad, paciencia, perseverancia etc. Podremos estar seguros de que no colapsaremos fácilmente. Dios nos ha prometido su Espíritu si nos esforzamos en cumplir sus mandamientos, y una de las ventajas de tener su Espíritu es que podremos tomar las mejores decisiones.
Sé que se puede tener paz y felicidad en esta vida a pesar de todo.
Sé Feliz.

1 comentario:

  1. Sismos, temblores y terremotos son en efecto movimientos de la corteza terrestre, se originan en el interior de la tierra y se propaga por ella en todas direcciones en forma de ondas.... wow!!!!! al pensar en ello como una analogía con mi vida, pienso que si permito esos movimientos tan abrumadores pueden llevarme a una destrucción completa, por eso concuerdo con que mitigar ese impacto a tiempo puede producirme paz en mi interior y aunque estos movimientos telúricos son impredecibles es importante estar preparado. Claudia.

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